No señores, no se ha acabado el mundo. Hemos sobrevivido al año 2012. Sin embargo, la profecía de los mayas sigue vigente. El 21 de diciembre acabó una Era y empezó otra, la Era del Conocimiento y la Sabiduría. Esta Era da paso a una purificación absoluta en la humanidad, por el bien de nuestro querido planeta y ser vivo, la Tierra. Podríamos estar hablando de otro Apocalipsis. Las profecías mayas son infalibles, por lo tanto es más que probable que los próximos años sean los últimos de tu existencia. Y en este blog vamos a disfrutarlos al máximo ;)
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viernes, 23 de agosto de 2013

Raúl, homenaje a una leyenda

Lo de anoche fue una barbaridad. Tener el privilegio de acudir al Santiago Bernabéu al partido que honra al jugador más grande de la historia del Real Madrid y a un ejemplo en el mundo del fútbol, no tiene precio. Ni el precio de la entrada, ni el calor, ni la matada que supone llegar a las siete de la mañana después de una madrugada viajando en autobús. Todo, absolutamente todo, vale la pena con tal de ver lo que ayer vimos.




Y no es sólo eso. Raúl no sólo es la leyenda viva del madridismo, ni todos los récords que tiene, ni todo lo que han dicho de él las miles de autoridades que tiene este deporte... Raúl ha creado en mí un sentimiento de respeto, cariño y admiración que no he sentido por ninguna otra persona fuera de mi familia y amigos. Es parte de mi vida. Me ha hecho sentir momentos inolvidables, tanto en vivo como por televisión. Hace tres años, en Mestalla, nos emocionó con su gol al Valencia gritando en nuestra cara toda esa rabia contenida de demostrarle a España que todavía seguía vivo, respondiendo en el campo a los múltiples insultos que recibió por parte de la afición valencianista -insultos que también sufrimos nosotros-. Y lo de ayer... fue un homenaje -casi- en toda regla.

Porque a pesar de que posó con todos sus títulos a los pies del Bernabéu, recibió un obsequio por parte del su majestad el Rey, le fue entregado el número '7' y el brazalete de capitán, marcó con la camiseta del Real Madrid siendo coreado por más de 80.000 espectadores, posó con el título de campeón junto a sus anteriores compañeros, que le mantearon; toreó una vez más con su capote, recorrió todo el estadio para dar las gracias a todos los presentes, arengó a los ultras por última vez y besó el centro del campo del Santiago Bernabéu... Raúl mereció mucho más. Mereció un Santiago Bernabéu a oscuras, con fuegos artificiales y un vídeo que describiera lo que ha sido, es y será por siempre Raúl en el Real Madrid. Una leyenda.


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