No señores, no se ha acabado el mundo. Hemos sobrevivido al año 2012. Sin embargo, la profecía de los mayas sigue vigente. El 21 de diciembre acabó una Era y empezó otra, la Era del Conocimiento y la Sabiduría. Esta Era da paso a una purificación absoluta en la humanidad, por el bien de nuestro querido planeta y ser vivo, la Tierra. Podríamos estar hablando de otro Apocalipsis. Las profecías mayas son infalibles, por lo tanto es más que probable que los próximos años sean los últimos de tu existencia. Y en este blog vamos a disfrutarlos al máximo ;)
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jueves, 22 de mayo de 2014

Una auténtica maravilla

Ahora mismo estoy escribiendo en caliente. Y emocionado. Tengo todo el cuerpo de punta porque hace cinco minutos que he visto el final de 'Cómo Conocí a Vuestra Madre'. Sí, hace meses que se sabe el final. Sí, he hecho lo indecible por no enterarme para poder verlo en español. Y sí, ahora estoy con mi nuevo móvil y mi viejo móvil apagados porque tenía miedo de meterme a Twitter y leer el final. O que alguien me lo dijera por Whatsapp. Pero acabo de verlo y no se me ocurre otra cosa que ponerme a escribir.


Mentiría si dijera que 'CCAVM' no es la serie que más me ha maravillado en toda mi vida. 'Maravillarme' es la palabra. Una serie te gusta, puedes reírte con ella, puedes emocionarte con alguna escena de suspense e incluso puedes engancharte hasta verte una temporada entera del tirón. Pero cuando una serie te maravilla, nada de eso tiene que ver. Empecé a vestirme con camisa y camiseta por Ted Mosby. Empezó a gustarme Nueva York por la forma en la que hablaban de ella los personajes. Empecé a celebrar el Día de San Patricio el día que entró Barney por la puerta con un traje color verde. Cada año veo la Super Bowl porque Ted, Marshall, Lily, Barney y Robin quedaban para verla todos los años. Incluso convencí a mis amigos para calcar el capítulo en el que la ven juntos un lunes sin enterarse del resultado, con alitas de pollo y cerveza. 

Podéis preguntar a quien queráis si, yo, lo asocio todo a esta serie. Prácticamente me sé cada escena. He aprendido a querer a los cinco, cada personalidad, cada detalle que le hace especial. A Ted por su manía de ser detective, de decir 'Enciclopaedia' en lugar de 'Enciclopedia', de amar la ciudad de Nueva York, de enamorarse de cada chica que conocía. A Mashall, por su inocencia, por su amor a los seres mitológicos, por creer en los fantasmas, por ser 'Super Choco' y luchar por el medioambiente al mismo tiempo, por querer a alguien tanto como para decirle lo que ha hecho a cada segundo. A Lily, por querer controlarlo todo, por luchar por la justicia, por querer tanto a alguien como para mandarle mensajes de ánimo con el móvil mientras está en el lavabo. A Barney, por los trajes, el laser tag, el manual de juego, la idea de que en el fondo de su corazón ama todo lo que no cree amar. A Robin, por no dejar nunca de ser canadiense, por sus horribles trabajos como periodista, por su afán por las armas y no temer a todo un huracán, por haber podido anteponer su amor al trabajo.

Cuando hace unas semanas volví de Montpellier, decidí ver todos los capítulos que me quedaban cuando salieran todos en español. Samuel, Fenoll y Sara, entre otros, ya los habían visto en inglés, y les agradezco todo por haber conseguido no decirme una sola palabra. Tenía apuntada la fecha del último capítulo: 28 de mayo. Pero ayer, sobre las 22:30, Sara me dijo que esa noche había doble capítulo: el penúltimo y el último. No me lo podía creer. Lo comprobé y era cierto. Entonces dejé todo, absolutamente todo lo que estaba haciendo y me puse a ver capítulos. No los cinco o seis que me quedaban, sino la mayoría de los momentos clave de las nueve temporadas. Llegué a la última temporada cuando eran casi las cuatro de la mañana. Entonces ya había apagado los móviles. Me acosté, no sé cómo me dormí, y esta mañana me he visto los que me faltaban.

Estaba seguro de que el final me iba a gustar. Es verdad que la última temporada es la peor de la serie, pero yo ya era un protagonista más, y cada cosa que pasaba, cada detalle que no se supo en su momento y rescataron para el final, me erizó siempre. Pero no lo esperaba, para nada. Estaba convencido de que iba a pasar lo que iba a pasar, y habría sido hermoso. Pero lo que en realidad pasó fue más hermoso todavía. Recuerdo mi cara, hace unos minutos. Estaba gritando por dentro que sí, que pasara eso, por favor. Y pasó. A mí, en la vida, y mira que he tenido momentos alucinantes, JAMÁS se me había puesto todo de punta. Desde los pelos de la cabeza hasta los de los pies. Entonces entendí que, la mejor serie que yo había visto nunca, pudo incluso superarse así misma.

Creo que no habrá en mi un vacío existencial ahora que ha acabado la serie. Porque 'Cómo conocí a vuestra madre' ya forma parte de mí. Y tengo la suerte de poder ver cada capítulo, una y otra vez, y disfrutarlo como la primera. Soy muy afortunado.

PD: Sólo le voy a poner una pega. ¿De verdad nos vamos a quedar sin saber lo del incidente de la piña? ¿EN SERIO?


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